La pared de la banda de Paul

Por Marcelo Lamela

Una de las tapas de álbumes más famosas de los años 70 es sin dudas la de la obra maestra de Paul McCartney en su etapa con Wings: Band On The Run. BOTR fue un disco que posicionó de nuevo a Macca como el talento que es. El beatle -ninguno de ellos cuatro será jamás un ex-beatle- venía de ser el acusado de separar al grupo y era tomado como el contrapunto del John Lennon «santo» a la vez que «transgresor», dejando a Paul como el conformista autor de canciones de amor sin mayores apetencias. Quien conoce la historia de The Beatles de verdad sabe cuán lejos estaba eso de la realidad, sobre todo si hurgamos y revisamos acerca de quién experimentó primero o más, o quién era el más inquieto del conjunto (el más rompe bolas de los 4, para abreviar y dicho en el más elegante francés). El que no conoce esa historia suele tocar de oido y en parte por eso y durante mucho tiempo, McCartney fue el malo de la película. Y lo que pasó entre abril 1970 (separación oficial de The Beatles) y diciembre 1973 (lanzamiento de Band On The Run) fueron cuatro álbumes y un racimo de singles que, contrastados contra la mala onda del periodismo musical hacia el zurdo bajista de Liverpool y, sobre todo, contra la perfección de los discos de su bandita anterior, dejaban a Macca con una enorme mochila llena de piedras. O ladrillos, para ir acomodándonos en la pared que nos ocupa. Para colmo, John y George ya habían sacado sendas obras cumbres tras separarse y eso dejaba al tercero en discordia (hasta Ringo la venía pegando pero de él no se esperaba tanto) en una posición incómoda.

Band On The Run (Banda En Fuga para los amigos de habla hispana en la época de la salida del disco) puso por un tiempo las cosas en orden y llevó a Wings a su época de oro. Pero fue un disco difícil de grabar, repleto de contratiempos que solo hicieron darle más mistica a un trabajo de por sí brillante y la historia de su grabación en Nigeria, por ejemplo, es de por sí ya una larga que merece la pena recreemos en alguna futura oportunidad.

Hoy lo que nos ocupa es la foto que vistió ese LP.

En la cubierta y de izquierda a derecha puede verse a Michael Parkinson, Kenny Lynch, Paul McCartney, James Coburn, Clement Freud, Linda McCartney, Christopher Lee, Denny Laine y John Conteh.

La fotografía fue tomada por Clive Arrowsmith, un fotógrafo galés que conocía a The Beatles desde sus días de Quarrymen en Liverpool.

Años más tarde, Linda McCartney vio las fotos de Arrowsmith en la revista Vogue y lo invitó a perpetuar la portada del álbum de Wings. El rodaje tuvo lugar el 28 de octubre de 1973 contra una pared del establo (hoy es parte del café The Stables, justamente) en Osterley Park, Hounslow, Londres. La pared está ubicada lateralmente al palacio Osterley House, cuya historia -en general incluyendo la filmográfica- tiene lo suyo.

Dice Clive: «Habían surgido algunas ideas diferentes cuando a Paul se le ocurrió el concepto de una escena de fuga de la cárcel, con cada uno de los prisioneros que escapaban atrapados en el resplandor del reflector de la guardia del penal. Recuerdo haber tomado la foto contra la pared de una mansión Tudor del siglo XVI en el oeste de Londres y contraté una vieja furgoneta de correos y le puse una luz de teatro encima.
El único problema era que la luz no era tan poderosa, lo que afectaba la exposición y significaba que todos tenían que hacer una pose y mantenerla por un momento.»
La idea para el concepto para la sesión de fotos fue de Linda McCartney -de por sí ella misma era una eximia fotógrafa-, y contó con los miembros de Wings (Paul, Linda, Denny) junto con el presentador del programa de entrevistas Michael Parkinson, el cantante Kenny Lynch, los actores James Coburn y Christopher Lee, el boxeador John Conteh y el Miembro del Parlamento Clement Freud. Cada uno de los actores fueron vestidos como convictos, de acuerdo con la canción principal del álbum.

Antes del rodaje, los McCartney habían organizado una fiesta para los invitados, y Arrowsmith tuvo que mantenerse sobrio para mantener el decoro. Y el pulso.

«Yo era el único que no quiso complicarse (con la bebida de la fiesta), estaba demasiado asustado. Este fue mi primer trabajo realmente grande y la responsabilidad era demasiada como para unirme a la diversión.
Realmente no sabía lo que estaba haciendo y usé la película equivocada, así que todas las imágenes salieron amarillas. Además de eso, solo alrededor de tres de los disparos no quedaron borrosos debido a que todos ellos se movían, así que cuando le mostraba las tomas a Paul yo estaba demasiado asustado para decir algo y solo contuve el aliento.» (Clive Arrowsmith/The Beatles Bible)

Arrowsmith convenció a Paul McCartney de que el tono para las fotografías amarillas eran intencionales (!). La sesión de fotos también fue filmada en 16 mm por Bary Chattington, y los 26 minutos de metraje fueron luego editados a ocho minutos. La edición, realizada por el genial Storm Thorgerson y Gordon House, se utilizó como fondo durante la gira mundial de Wings en 1975-76.

Como ya sabemos, Band On The Run se transformó en uno de los grandes éxitos de la carrera de Paul McCartney y su mayor logro artístico con Wings, banda que prácticamente duró lo que duró la década de los 70.

¿Y cómo se encuentra esa pared hoy?

Osterley House & Park es un precioso lugar al oeste del centro londinense. También es la locación que Paul eligio para la tapa del disco debut de Wings, Wild Life.

Como bonus del Tour Rock Is Here del Londres de Paul McCartney y solamente a pedido, te podemos llevar hasta allí. Una buena manera de unir belleza visual, historia musical y emociones para el alma.

Consultas en [email protected]

Un gran disco con uno de los mejores finales posibles