No siempre la «evolución» es la mejor opción
Se ha dicho tanto que la evolución es imparable, necesaria. Que tener toda la música del mundo -y de la historia- al alcance de un click es fantástico. Que el mp3 no ocupa lugar físico. Que el streaming. Que es CÓMODO. NO importa que en muchos casos la música se escuche mal, o que no se tenga info de los músicos, o que no se tenga una hermosa foto o un genial dibujo en la tapa. Los archivitos son la gloria del facilismo.
Es que esta evolución es la de la comodidad. Lo que la gente no busca es exigirse demasiado. Y no exige, realmente. Se contenta con menos. Se conforma. La anestesian y a muchos, ésto les ENCANTA.
HMV -la histórica cedena de disquerias del Reino Unido- ha cerrado 27 tiendas con efecto inmediato después de su venta al minorista canadiense Sunrise Records. Por solo mencionar algo, recordemos que gracias a HMV (His Master’s Voice) de Oxford Street número 363 Brian Epstein encontró un lugar para sus Beatles (ver LONDRES: LA GUÍA DEFINITIVA PARA CONOCER LOS LUGARES HISTÓRICOS DEL ROCK, capitulo 38)
Sunrise adquirirá 100 tiendas en todo el Reino Unido, salvaguardando el futuro de casi 1.500 empleados, pero decenas de tiendas no rentables se cerrarán, lo que resulta en más de 400 posibles cesanteados
HMV cayó en problemas justo después del período de Navidad, culpando a la popularidad de los sitios de streaming como Spotify y el declive de la clase alta del Reino Unido. Pero en 6 años, hubo dos salvatajes similares.
No sólo está previsto que cierre la histórica tienda de Oxford Street, sino además, varias DISQUERÍAS FOPP (subsidiarias de HMV), una especie de «segunda marca».
Mientras esto pasa, el placer de ir a comprar discos -con tus amigos, con tu novia/novio, con tus viejos, con tus hijos-, se pierde también. Tener archivitos en tu computadora y aislarte es otro de los efectos colaterales de esta «evolución». Pero es lo que busca la gente.
Hace rato que en los posteos en Instagram uso el hashtag #comprendiscos. Un pálpito? Aunque ya son tantas las tiendas de venta de ellos que han cerrado que no debería sorprender lo que hoy pasa con HMV.
Pero no solo indigna que se pierdan puestos de trabajo por esta supuesta «evolución». También da mucha bronca que este arte perfecto que es la música sea violentada por la comodidad de los que no exigen. Los que prefieren escuchar música de fondo en lugar de paladearla en toda su magnitud.
Entonces hoy, además, para cubrir los costos de lanzar discos, los artistas y las discográficas -éstas, tienen mucho de culpa en toda esta película- compensan con tickets cada vez más exhorbitantes en precio, o en lanzamientos de super lujo para no tantos.
Y ya la cosa venia complicada a nivel creativo porque justamente, la mayoria de la gente no tiene paciencia para un álbum, quizá para algún que otro hit del momento. Eso ya de por sí es una derrota tremenda, que limita el potencial de un artista.
Y ya llegará el momento de hablar de esa otra «evolución» que se ve reflejada en los rankings de todo el mundo con lo que se consume hoy por hoy.
A la gente le hicieron creer que cada vez todo está mejor, pero habria que ponerse a pensar a qué se referían.
En Buenos Aires todavíá existe -al menos de nombre- una cadena de disquerías que era muy famosa, y hoy hay que buscar los discos entre lavarropas y planchas, en un medio ambiente patético para el melómano.
Están matando a la música, en todo sentido, y hace rato.
Marcelo Lamela