Querido John
Londres, martes 8 de diciembre de 2020
Hey Johnny
Estaba pensando que hoy recién tendrías 80 años y seguramente ibas a estar disfrutando de Central Park, caminando por ese verde bellisimo. Posiblemente caiga nieve allí. Es casi la época, ¿no?
Y estoy seguro que estarías esperando cómo tu hermano Paul lanza en diez días un nuevo disco. Sigue pleno el zurdito. Competitivo, estarías orgulloso. No para de hacer cosas, por suerte. Como para no escribirle «I’m Only Sleeping» cuando se te aparecía en casa para componer. Qué chabón. El nuevo disco es brillante. Dicen, bah. Los que ya lo escucharon. Viste que a veces esas cosas se filtran antes de lo debido. También estarías feliz de ver a tu hermano mayor Ringo en un momento espléndido de su vida, sano y hecho un pibe y -sino fuera por la pandemia- girando por el mundo con su All Star Band de amigos.
Por supuesto que extrañarías a tu hermano más chico, George, y supongo que todavía te dolería y mucho su ausencia. Él te hizo más de un tributo apenas te fuiste... «All Those Years Ago», lindo temita, los llamó a Paul y Ringo para que participaran. Cero ego. Precioso.
Cómo se lo echa de menos al Wilbury...
Pensar que hoy estarías cuidando a Yoko, frágil como está, pero seguramente estarías contento de las actividades actuales de tus hijos Julian y Sean: distintos ellos en enfoque y búsqueda artística, pero sin dudas respetuosos del legado que dejaste y con proyectos más que dignos en sus propias carreras.
Ah. En Liverpool se reabrió Strawberry Fields, te cuento. Ahora muchos chicos pueden jugar allí. Y soñar como hacías vos en tu niñez. ¡Ya no tienen que saltar la pared para entrar! Quizás alguno se inspire allí como vos en tu tiempo y le regalen al mundo algo tan hermoso y eterno como esa canción tuya que sonará Forever.
Qué pena que no estás. Estás, pero no. No estás porque hace 40 calendarios a un maldito ridículo se le ocurrió la idea de pegarte varios tiros apenas horas después que fuiste atento con él y le firmaste un disco en el mismo sitio donde te mataría, y años después de que él mismo empezara a quererte (adorarte), luego a ¿odiarte? y luego a enloquecer en busca de reconocimiento. Alguna vez me pregunté si no le habrías dedicado un chiste ácido de los tuyos en el autógrafo y que el pibe pirara, pero evidentemente ya estaba arruinado de mucho antes.
Le habrán faltado muchos abrazos de sus padres a este pobre tipo pero tampoco es excusa ya que a vos no te sobraron mimos de tus viejos precisamente. Tu viejo se largó apenas pudo y tu madre iba y venía en tu vida, hasta que se fue para siempre en un accidente, siendo vos un nene.
En cambio y por supuesto, con la ayuda de tus tres hermanos, decidiste que el mundo podía ser revolucionado no a tiros como pretendía ese inombrable, sino a través de muchas de las canciones más hermosas jamás creadas.
Hoy hace 40 años que la gente te extraña y que no puede silbar o tararearle a sus hijos toda la música que no pudiste llegar a componer ni por supuesto cantar, los discos que no llegaste a editar. El mundo extraña tus locas ideas de marketing de avanzada para dar a conocer tus sentimientos y posturas (políticas, religiosas, de vida, artísticas, la que fuera); extraña tus comentarios picantes y extraña la tonta posibilidad de preguntarte una y otra vez «¿Cuándo se juntan Los Beatles?». Se extraña cuando apoyabas a Yoko a que grite metida en una bolsa en el medio de un tema.
Bueno, eso no tanto. Aunque viéndolo hoy, reconozco que sacaba más de una sonrisa, o sea que tampoco era poco.
Seguimos imaginando -ni más ni menos que imaginando- a un mundo sin fronteras y a toda la gente compartiendo y viviendo en paz y claro, también divagamos acerca de cómo hubieran sido estos últimos cuarenta años con vos aquí… a la vez que disfrutamos de los anteriores cuarenta, los de tu vida transitando este desquiciado planeta.
Al menos yo, prefiero seguir recordando esos primeros años y no lamentar que ya no estés, sino disfrutar porque estuviste.
Te mando un abrazo donde quieras que estés.
ML
PD: Otra cosa: tenías razón, los Beatles son más populares que Jesús. Aún hoy.