Entrevista completa a Litto Nebbia: ¡ROCK IS HERE BUENOS AIRES!
Entrevista a Litto Nebbia. 2 de noviembre de 2017. Ciudad Autónoma De Buenos Aires
Litto Nebbia nació en la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, el 21 de julio de 1948. Es uno de los padres del –como le gusta mencionarlo– Rock Argentino, ya que en su momento decirle «Rock Nacional» le parecía peyorativo. Gracias a su canción La Balsa –compuesta con José Alberto Iglesias (Tanguito) y lanzada en 1967 con su grupo Los Gatos– en 2017 se festejan los 50 años del Rock argentino, y también del rock cantado en español. Pero su famosa canción no es más que un hito iniciático. Su carrera solista es extensa y rica como pocas. Con su sello Melopea construyó uno de los catálogos musicales más impactantes de la música del país, además de haber remasterizado y relanzado recientemente los discos de Los Gatos con un sonido acorde a estos tiempos permitiéndonos, finalmente, tener a disposición esa obra seminal.
Marcelo Lamela: Estamos a 50 años del lanzamiento de La Balsa, el himno que generó que este año se festejara el Rock Argentino como pocas veces antes, y vos compositor de esta canción, junto con Tanguito… ¿Aquellos idealistas de 1967 soñaban con quedar en la historia como artistas, o solo con cambiar el mundo con sus canciones?
Litto Nebbia: Uno escribe lo que siente necesidad de transmitir, sueños, la evocación, cosas que ama o que detesta. Es casi una actitud frente a la vida. Nunca pensás el resultado que va a tener esto. Es un accionar que surge en forma natural. Luego cuando pasa el tiempo y algunas de las canciones han tenido el destino de trascender y perdurar a través del tiempo, lógicamente es algo muy noble que te llena el corazón.
Los Gatos fueron de los pocos que llegaron a grabar en ambas direcciones de los Estudios TNT. La Balsa, ¿llegaron a grabarla en el edificio que estaba en la 9 de Julio y Santa Fe o directamente en la calle Moreno?
Grabamos los primeros temas, “La Balsa”, “El Rey lloró”, “Ya no quiero soñar” y otros hasta “Viento, dile a la lluvia“, del segundo album, en el TNT de Avenida Santa Fe. Luego continuamos grabando en el nuevo lugar de Moreno 970, que era más grande y con 4 canales, un adelanto para la época.
Yo fui uno de los creció injusta y falsamente creyendo que vos te habías apropiado de la canción de Tanguito, debido a escuchar la versión incluída en su disco póstumo en la que se puede escuchar a Javier Martínez repetir En el baño de la Perla del Once compusiste La balsa. Javier luego se arrepintió pero ¿te afectó esa historia, te trajo alguna molestia digna de mencionar?
No me afectó porque uno sabe bien lo que ha hecho y lo que hace, pero ha sido una calumnia horrible producto de la envidia de un par de tipos oscuros y ruines. El músico Javier Martinez y el productor Jorge Alvarez. El efecto tipo “chisme” que tuvo esta mentira, por supuesto no me ha detenido en mi extensa carrera, pero imagínate que hasta vos en pleno 2017 te referís a este suceso. Lo más extraño es que nadie se esmeró siquiera en hacer una buena investigación. Cualquiera que estudie un poco y tenga buen oído, se da cuenta que la canción ha sido escrita por mi en un 98 %, además de haberse hecho tan popular por la versión con mi grupo de adolescencia Los Gatos. Siquerés más datos específicos de cómo se gestó esa calumnia, la anécdota completa está en un capitulo de mi libro “Mi Banda Sonora”, que podés citar sin problemas.
Con tu sello Melopea lograste algo espectacular que fue ganarle una pulseada enorme a la discográfica para reeditar tus discos con Los Gatos como corresponde, y que las nuevas generaciones puedan ir hoy a las disquerías y conseguir los discos que estuvieron décadas fuera de las bateas. ¿Cuán difícil fue tu lucha?
En realidad no tuve ninguna lucha con ellos. Solo actué por instinto personal, porque mi sentimiento me pedía que ese material estuviera presente. Imaginate, un cuarto de siglo sin aparecer, ni que estuviera castigado uno. Se aproximaba este Medio Siglo aniversario y procedí con naturalidad. Hasta el dia de hoy, (y han pasado 10 meses), nadie me ha podido mostrar un contrato legal con mi firma que no me permita publicar estos discos. Al inicio, ellos mediante las típicas Cartas Documentos, me trataron como si fuera un criminal; y luego siguen explotando estos discos en plataformas digitales, cosa que cualquiera se da cuenta que aunque tuvieran un contrato legal firmado por mí, hace 50 años ni existía el termino digital.
Melopea Discos tiene un catálogo impresionante al margen de tu propia obra: ¿se pueden encargar desde la web los discos editados por allí? ¿Y qué nos podés contar de los songbooks de The Beatles lanzados por el sello?
Melopea Discos va a cumplir 30 años en el 2019. Tenemos a la fecha poco más de 600 álbumes producidos. Es una gran satisfacción haber logrado todo esto contra viento y marea, por la pura vocación, el amor al arte. Todo el catálogo se puede comprar en La Casa de Arte Melopea, como la llamamos, que es realidad la casa de mi madre Martha. Y por supuesto se puede conseguir cualquiera de los álbumes en plataformas digitales como I-Tunes o Spotify. Tambien en algunas disquerías.
La trilogía Beatles Song Book que realicé hace algunos años, es un gusto bien personal que estoy acostumbrado a desarrollar cuando homenajeo algún artista que aprecio mucho. Aquí grabé a mi estilo 60 divinas canciones de Los Beatles, con mi visión personal de la cosa; es decir, no son covers.
¿Qué diferencias podés remarcar entre El Acusticazo de 2017 en el Gran Rex y el de 1972 en el viejo Cine Atlantic, en cuanto al espíritu de uno y otro evento?
Con León Gieco (que fuimos de los que participamos aquella primera vez), lo vivimos con el mismo espíritu y con la alegría de volver a recordar algo que fue muy sentido tanto tiempo atrás. Aqui los productores decidieron mixturar con un par de artistas de la siguiente generación: Catupecu Machu y Salta La Banca. Me pareció bien. Con León nos ajustamos esa noche a tocar prácticamente el mismo repertorio de la primera vez. Inclusive León logró reunir de invitados prácticamente a todos los que participaron en ese 1972.
Tu último álbum es junto a Pez, y acaba de ser presentado. Contanos la inspiración sobre el mismo.
Decidí unirme a ellos para registrar algunos discos y tocar en vivo durante este año, a manera de celebrar el Medio Siglo del Rock Argentino. Lo hago con ellos porque son muy buena gente, muy buenos músicos, y también entienden la gestión independiente como yo. Hemos registrado este disco, “Rodar”, que es un material totalmente eléctrico, y además incluye algunas canciones nuevas que hemos escrito en co-autoria junto a Ariel Sanso. Disfrutamos mucho tocando y seguramente haremos otro disco para el 2018.
¿Qué lugar histórico de Nuestro Rock en la Ciudad de Buenos Aires no se puede perder de visitar un turista musical, a tu criterio?
Desgraciadamente en la Capital Federal, se pierden muchos lugares históricos. No los cuidan, no se conservan o bien se les practica un “aggiornamento” y luego son irreconocibles. Por ejemplo: si quisieras pasar por la legendaria “Cueva” de Pueyrredon, quién sabe qué negocio existirá allí hoy dia. Si vas a “La Perla”, fue vendida y ahora es una pizzería común y corriente. En Rosario, mi ciudad natal, son distintas las cosas al respecto. Están por nombrar lugar histórico la pension céntrica de Maipú 956 donde vivía con mis padres hasta mis 16 años. Lo mismo con el mítico Club Francés de la calle San Luis, donde tocábamos todo el tiempo con Los Gatos Salvajes durante 1964. El tradicional bar “El Cairo”, donde cantaba mi padre con una Orquesta antes que yo naciera, está hoy dia en pleno funcionamiento y conserva como espacio histórico las mesas donde se reunía Fontanarrosa con sus amigos. Han restaurado el traidicional Hotel Savoy, donde a mis 9 años íbamos con mis padres a tomar el té con el legendario tanguero Juan D’Arienzo, el Rey del Compás.